Un 11 de enero de 2011, hace 11 años tome la decisión de abortar a mi hijo de 8 semanas. Me encontraba vulnerable, confundida y con mucho miedo. Nadie me dio la orientación adecuada. Me convencieron de que era lo correcto. Aun antes de abortar ya estaba arrepentida, pero aun así estaba tan confundida y sin voluntad que termine con la vida de mi bebé.
Luego del aborto mi vida se desvaneció. Incurrí en conductas destructivas, drogas, alcohol y hasta intentos suicidas. Me abordo la culpa, la vergüenza; había matado a mi hijo. Odiaba la humanidad, tuve tropiezos y me convencí de que merecía lo malo que me sucedía porque había matado a mi hijo.
Luego de varios años hundida en el dolor, la depresión y la culpa conocí a Camino a Sanar, conocí la verdad de Jesús. Conocí del perdón, la misericordia y la Gracia escandalosa del Señor. Cristo compró mi pecado en la cruz. Ya no hay culpa, vergüenza ni ausencia de perdón. Dios me sano, me libero y por eso No more silence. No permanece en silencio ante el aborto. El aborto NO es una solución, el aborto es un problema que trae consecuencias lastimosas. No More Silence.